
Ven siéntate aquí junto a mi, dejemos de caminar, hagamos un alto, respiremos el aire de las quimeras, miremos hacia el cielo, veamos al sol despidiéndose del día, a la luna saludando al atardecer y recibiendo a las estrellas. Porque sibú y tiwo dependen de su existir, mas son muy pocas la veces que se les puede ver juntos, así que no nos perdamos de esos momentos donde se cautivan las miradas y se vive una utopía de amor…